Los orígenes de las Parrandas remedianas se remontan a 1820 cuando el sacerdote asturiano Francisco Vigil de Quiñones Francisquillo (por su corta edad) se le ocurre la idea de dar a los muchachos del Barrio de Camaco, el más populoso de la villa, instrumentos ruidosos: matracas, pitos, rejas, latas llenas de piedras, para que sonaran sin cesar haciendo ruido por las calles, logrando así despertar a los vecinos para que asistieran a las Misas de Aguinaldo que se celebraban en las madrugadas del 16 al 24 de diciembre.
Este motivo religioso inicial fue rebasado por la incorporación del pueblo agrupado en barrios, San Salvador (Gallo) y El Carmen (Gavilán),comenzaron a competir para ver quien haría más bulla, siendo ésta la característica
Se compite con fuegos artificiales, faroles, trabajos de Plaza y carrozas, durante toda la noche del día 24 al 25 de diciembre de cada año.
La parranda, considerada oficialmente como Fiesta Tradicional Nacional, es hoy una identidad cultural pero su rasgo más distintivo es su herencia o legado que se transmite hace más de cien años de generación en generación para mostrar cada año la alegría de vivir del cubano.